La Expresividad Proyectual – Trabajando la emoción con maquetas de plastilina
Para comenzar a trabajar el proyecto del Auditorio de Torun, en Poloniabuscamos dar con una solución geométrica atractiva, plástica y sugerente, siempre teniendo en cuenta que debía estar proporcionada al programa requerido por la organización, pero sin limitar mucho la libertad geométrica, ya que posteriormente la someteremos al poder de la razón, y en caso de no ser compatibles, se modificaría hasta que ambas partes fueran coherentes.
Abordamos pues el proyecto, desde una etapa más bien intuitiva, en el que quería concebir un volumen interesante geométricamente hablando, y a la vez proporcionado y adaptable al programa que luego introduciremos en el mismo.
Mediante el uso de maquetas de plastilina el proyecto va evolucionando constantemente, al ir añadiendo las variables de la ecuación, logrando finalmente una solución atractiva formalmente, que es al mismo tiempo realista con las proporciones y espacios del programa requerido.
Para estos primeros pasos las maquetas de plastilina nos ayudaron a dar con el volumen que buscábamos, ya que su libertad geométrica es bastante alta, las maquetas de plastilina son fácilmente maniobrables y no requieren de herramientas para trabajarlas, de manera que podemos darle forma de una manera más intuitiva, con las propias manos, sintiendo la maqueta como un elemento orgánico, que va transformándose fácilmente con nuestras propias manos.
Empecé pues a trabajar como un artesano, moldeando las maquetas, no una ni dos, sino una gran cantidad de maquetas, ya que como hemos mencionado, luego sometimos cada una de las soluciones las diferentes soluciones al programa, quedándonos con la solución que mejor resuelva todos los elementos.
Una vez encontramos una solución y la adaptemos al programa volvimos a trabajar esa solución, más proporcionada y menos expresiva, para volver a adaptar el programa al volumen, y así sucesivamente muchas veces, hasta conseguir que todos las variables de la ecuación estuvieran en equilibrio, y todo cuadró de manera óptima. Este método de trabajo es consustancial con un proceso de investigación, con una actitud de inconformismo y de perfeccionamiento, necesario para poder conseguir hacer una arquitectura rigurosa y con cualidad.
Fernando Menis