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Planificación urbana y turística de la isla de Boavista, Cabo Verde
Datos técnicos:
Arquitecto: Fernando Martin Menis
Emplazamiento: Boavista. Cabo Verde
Programa: Urbanístico. Ordenación de la costa y zonas turísticas de la isla de Boavista.
Estado: Proyectos 2008-2017
Promotor: SDTIBM
El archipiélago de Cabo Verde está formado por diez islas y cinco islotes principales situados en la orilla oriental del Océano Atlántico a unos 600 km de la costa de Senegal, al sur de las Islas Canarias. Su ubicación en el Atlántico Oriental sitúa este archipiélago al sur de la Macaronesia, un término derivado de las palabras griegas «makaros»= fortuna y «nesos»= islas. El conjunto de islas que forman parte de esta unidad biogeográfica (Azores, Madeira, Islas Salvajes, Canarias y Cabo Verde), tiene un origen volcánico oceánico y está bajo la influencia del anticiclón de las Azores. Por esta razón, sus condiciones climáticas son muy similares, y se puede encontrar una flora y fauna de marcada afinidad entre todas las islas.
Por otra parte, Cabo Verde está situado al sur del Sahel, la zona de transición entre el desierto y los climas húmedos tropicales, por lo que destacan la marcada cercanía e influencia a todos los niveles existentes entre el archipiélago y el continente africano. Boavista es una de esas 10 islas de Cabo Verde. Con una configuración casi circular, es la tercera isla más grande en tamaño, y la más cercana al continente africano.
Las zonas en las que el equipo de Fernando Menis lleva trabajando desde 2008 son Santa Mónica, que se encuentra al sur oeste de la isla, y Chave, al lado de la capital de la isla, denominada Sal Rei. Ambas zonas son las grandes reservas para el desarrollo turístico que posee el archipiélago. Además se trabaja actualmente en la propia capital, en el ordenamiento de su frente marítimo.
La premisa esencial del proyecto fue dada por el cliente mismo, una sociedad pública de desarrollo turístico: la principal opción de desarrollo social y económico que tiene Cabo Verde es la apuesta por el sector turístico. En este sentido, si se persigue un desarrollo turístico sostenible y respetuoso con el lugar, tiene que ser ordenado a nivel de toda la isla. Por ello las infraestructuras propuestas se plantean, pensando en el largo plazo y desde una visión integral.
Se realizó en primer lugar la Ordenación de las Zonas Turísticas de Santa Mónica, donde el equipo definió las tipologías de establecimientos hoteleros, su dimensionamiento, en superficie, número de camas turísticas y altura. Se delimitaron con precisión y rigurosidad los espacios naturales protegidos, separándolos del suelo residencial, de los equipamientos y las infraestructuras, etc. Se propuso una arquitectura integrada en la naturaleza y un urbanismo flexible que permitiera cierta plasticidad dependiendo del compromiso de cada operador privado con el espacio público circundante a cada establecimiento hotelero futuro, un urbanismo que puede adaptarse a las circunstancias cambiantes de la economía y el turismo.
Posteriormente surgió el encargo para la Planificación de las Costas de Santa Mónica y Chave. La planificación y gestión de las playas debía tener en cuenta numerosos factores y principios con el fin de garantizar el desarrollo sostenible de estas áreas costeras, su alta sensibilidad ecológica y la importancia económica de estos espacios. Las playas representan uno de los activos ambientales más importantes de los recursos costeros; son elementos naturales muy complejos económicamente, y el equilibrio ecológico y medioambiental de este espacio frágil no siempre resulta fácil. La playa no sólo es la base del turismo sino también es el apoyo de una gran riqueza biológica. Se determinó cómo habitar cada playa, el número de usuarios, las posibles infraestructuras permitidas y su estilo integrado en la naturaleza.
Finalmente el equipo trabaja en el Plan Estratégico de Ordenación del Frente Marítimo de la Ciudad de Sal Rei, principal enclave social y económico de la misma isla. Para este último trabajo urbanístico, aún en marcha, se han asumido los siguientes compromisos:
- Utilización de productos de naturales de la zona. Históricamente la ciudad se ha ido construyendo con los materiales que proporciona la tierra de la zona, nosotros utilizaremos los mismos pero de una manera contemporánea.
- Respeto del paisaje natural que rodea a la ciudad para conseguir por un lado una completa integración con el ambiente de la ciudad, manteniendo e incrementando los espacio libres, y consiguiendo asimismo un considerable ahorro energético y de agua.
- Favorecer el consumo de materiales locales, comarcales o lo más cercanos posibles a la hora de edificar o rehabilitar, reduciendo la emisión de CO2 a la atmósfera producida por el transporte de materiales de construcción. Todos los materiales utilizados procederán de suministradores locales. Incluso reutilizaremos materiales ya en uso. Esta reutilización de material permite utilizar unos ladrillos que de otra manera serían desechos.
- Diseñar pensando en la mano de obra del lugar. Todas las empresas trabajarán en la obra procederán de la economía local de la zona lo que permitirá un desarrollo directo contribuyendo a un desarrollo social de todo el municipio y la isla.
- Búsqueda de ahorro energético en todas las acciones del proyecto que será un proyecto de referencia para promocionar la ciudad a nivel global.