Dirección: C/Adán Martín Menis s/n 38003 Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias, España
Finalización construcción: 2022
M2 parcela: 5.714,55 m2 (2.210 m2 jardín)
M2 intervenidos: 2.563,75m2 (urbanización 1.989,63 m2+ tanque 574,12m2)
Presupuesto: 480.086,74 €
Arquitecto: Fernando Menis
Cliente: Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de las Islas Canarias, Dirección General de Patrimonio Cultural.
Iniciativa: Asociación Amigos del Espacio Cultural El Tanque
Equipo del proyecto de arquitectura: Jesús Montejano, Javier Espílez, Joanna Makowska-Czerska, Yanira León
Empresas constructoras: UTE Señalizaciones Villar S.A e Interjardín S.L.
Fotografías: Roland Halbe, Simona Rota
El Jardín del Espacio Cultural El Tanque es la restauración ecológica de una zona post-industrial, que dota al barrio de Cabo Llanos de Santa Cruz de Tenerife de su primer espacio público verde. En torno a un antiguo depósito de crudo de la Refinería de CEPSA, reutilizado como espacio cultural desde 1997, y patrimonio catalogado desde 2014, este huerto de plátanos recuerda el paisaje agrícola anterior a la industrialización, escenificando la ciudad como lugar de convivencia de distintas épocas, culturas y sensibilidades que han conformado la identidad de Santa Cruz de Tenerife. A medida que la exuberante vegetación subtropical coloniza la reliquia industrial, enmarcando su abrumadora presencia, se va recuperando la memoria del pasado agrícola del lugar para así construir un sentimiento de continuidad cultural y pertenencia.
“Nuestro trabajo de investigación ha confirmado que esta zona era agrícola y estaba llena de fincas de plátanos y tomates, además de plantas de costa como tabaibas, cardones, verodes etc., todas ellas plantas autóctonas de Canarias, que requieren poco riego, son resistentes y duraderas”, explica el arquitecto Fernando Menis.
La disposición del jardín respeta la trama original del solar y el muro de piedra preexistente, mientras que el basamento de otro depósito contiguo, desaparecido desde la década del 1990, se convierte ahora en el perímetro de la nueva plaza semicircular. El exterior del propio Tanque y sus elementos se rehabilitan y se integran en el concepto general que aúna patrimonio industrial y naturaleza. El jardín de gran biodiversidad en un barrio que carece por completo de áreas verdes públicas contiene 700 árboles, arbustos y plantas aromáticas.
Los elementos de iluminación y mobiliario se diseñan y construyen a medida con residuos como antiguas botellas de buceo. El cuidado del impacto ambiental también se percibe en la orientación de la lámpara para que evite la contaminación lumínica, así como en el riego de la vegetación, que se alimenta con agua reciclada.
Lo que antes era un suelo contaminado e infrautilizado, aunque forma parte de un conjunto patrimonial protegido, ya es un frondoso jardín que mejorará con el paso del tiempo a medida que la biodiversidad vaya recuperándose, ofreciendo un espacio público de cohesión social, re-conexión con la naturaleza y el patrimonio cultural de las islas.