Jardín Botánico de la Orotava

Datos técnicos:

Arquitectos: Fernando Menis, Felipe Artengo Rufino, José Maria Rodriguez Pastrana.

Emplazamiento: Puerto de la Cruz. Tenerife. España

Programa: Paisajístico

Superficie: 8,6 acre

Estado: En construcción

Cliente: Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA). Gobierno de Canarias.

Premios: 1er Premio, Concurso Internacional de Arquitectura.

Descripción: Fundado por Carlos III en 1788, el jardín de Aclimatacion de La Orotava, más conocido en la actualidad como el Jardín Botánico del Puerto de la Cruz, se construyó con la idea de reunir en la isla de Tenerife las plantas exóticas recolectadas en las colonias españolas de América y Asia. La reciente ampliación, de 35.000 metros cuadrados tiene como objetivo convertir el recinto en un jardín botánico contemporáneo, reforzando sus funciones expositivas, educativas, científicas y su papel en el turismo cultural de la isla ya que se considera que debe ayudar a que el Botánico continué siendo uno de los emblemas turísticos, históricos, culturales y medioambientales de la isla de Tenerife.

Este jardín botánico posee importantes colecciones de plantas tropicales y subtropicales de valor económico y ornamental, teniendo especial mérito las variedades de Palmeras, Bromeliáceas, Aráceas y Moráceas. Existen árboles de notable belleza e interés por sus dimensiones, antigüedad, rareza o procedencia de lugares remotos. Posee también una historia de enorme valor, es un ser vivo, mutante a lo largo del tiempo, en sus especies, formas, volúmenes, colores y olores, también en sus estructuras más sólidas donde la pátina del tiempo ha ido grabando los cambios acontecidos en él, no solo, con el color, los líquenes, sino incluso en sus propias estructuras. Sólo sus escaleras, de pétreo y duro basalto negro resisten el paso de tantos visitantes, grabando en sus recuerdos invisibles, superpuestos, la huella de tantos visitantes ilustres como Ledru, Le Gros, Humboldt y Bonpland, Broussonet, Buch y Berthelot.

Desde el punto de vista del turismo cultural el Jardín recibe más de 400.000 visitantes al año, número que es objetivo duplicar con el proyecto en cuyo diseño participó Fernando Menis.

El jardín se aborda con un proyecto arquitectónico que plantea un recorrido a través de los diferentes espacios que guardan y protegen los diferentes ambientes del jardín, uniendo delicadamente el medio urbano y el ambiente natural (y rural circundante, pues el jardín se encuentra rodeado de plataneras en la parte más lejana al mar), utilizando el jardín histórico como preámbulo y final de la visita. El agua toma un especial protagonismo, pues varios torrentes discurren por el bosque hacia un gran lago y, tras una cascada de doce metros de altura, un gran salto de agua, donde confluyen los cursos de los mencionados torrentes que serpentean por los diferentes espacios del bosque tropical, se bombea de nuevo hasta el inicio del recorrido.

El centro de visitantes, con un sala de audiovisuales, espacios para exposiciones, una biblioteca, una tienda y un restaurante, se adapta orgánicamente al entorno, integrándose como un accidente topográfico a través de un conjunto de planos de hormigón de morfología abrupta. Una serie de rampas que parten del exterior recorren las estancias y, siguiendo un trazado en espiral, alcanzan la terraza superior. La cubierta, formada por una losa de hormigón armado apoyada en una estructura de vigas de gran canto, se ondula y se rasga en lugares estratégicos para permitir la entrada de luz indirecta en la zona expositiva.